columna publicada en la edición del día 11-6-2011
SANA SANA
Por Rudy
Lector, lector, lector, esta semana estamos más sanos y ecológicos que nunca. En realidad nosotros estamos muy de acuerdo con la ley antitabaco, sobre todo en lo que respecta a prohibir la publicidad; ahora vamos a tener “ Soja, la pura verdad” “ Sexo, la justa realidad que satisface” Y el muchacho rubiecito que cometía las más duras hazañas y después se fumaba un cigarrillo, seguirá cometiéndolas, para luego comerse un hinojo, o tomar un vaso de leche descremada con cara de “no fue nada, soy capaz de esto y mucho más”.
En verdad, los que asociaban el cigarrillo al sexo, a la amistad y al éxito en la vida, nos estaban engañando. Pero ¿Qué iban a hacer, asociarlo con enfermedades para hacerle públicidad? ¿Se imaginan? “Fume Camelos y sus pulmones jamás volverán a ser los mismos” ; “Fume Okey, la pura enfermedad” “ Fume Toxipuchos y…¡No respire más!” “Enfisemmes, bronquialmente franceses” No, claro, quién va a hacer este tipo de propaganda… aunque, no sé, a veces lo prohibido seduce, y provoca efectos rebote. Hay gente a la que le encanta leer el prospecto de los medicamentos y saber todos los efectos colaterales que pueden traer antes de tomarlos, y después, si el prospecto dice “ cefaleas, nauseas y vómitos”, y el tipo no los tiene, va y se queja a la farmacia ¡ hay de todo, hay de todo!
Pero de verdad nos alegra, que los que decidimos “no fumar” podamos “no fumar”, porque de eso, y sobre todo de eso, se trata.
Pero además nos hemos enterado de que en los restaurants de la Provincia de Buenos Aires no van a poner más salero en la mesa. O sea que el “pasame la sal” que hiciera famosos a los Ingalls. Será ahora “pasame el aceto balsámico”, aunque quizás la gente se refugie en las aceitunas, los pickles, o la salsa de soja. La idea es que el cloruro de sodio ( sal) , enemigo de nuestras arterias y nuestros riñones cuando supera cierto límite, deje de hacerlo. Por eso, seguramente lo de los saleros fue solamente un primer paso. También va a haber cambios en el lenguaje. Por ejemplo, “Episodio” va a pasar a ser “Epipotasio”, el acento “prosódico” va a ser “pronítrico” el “Zoodíaco” ( que se pronuncia Sodíaco), va a ser “Helíaco”, y los comensales simplemente “ comensinsales”. Los sacerdotes hablarán de la “la “Vación eterna”; alguien “ saleroso” va a ser “oso”, Salomón será “Omón”, y así tendremos los “timbanquis” los “tarines” los “teños”, los “ames” y habrá personas “udables” y “vajes” y a la saliva no le quedará más remedio que ser “IVA” Brindemos por todo eso ¡UD!
Y nosotros, mientras nuestros cerebros se iluminan ( con lamparitas bajo consumo), hacemos chistes.
Hasta la semana que viene.
Por Rudy
Lector, lector, lector, esta semana estamos más sanos y ecológicos que nunca. En realidad nosotros estamos muy de acuerdo con la ley antitabaco, sobre todo en lo que respecta a prohibir la publicidad; ahora vamos a tener “ Soja, la pura verdad” “ Sexo, la justa realidad que satisface” Y el muchacho rubiecito que cometía las más duras hazañas y después se fumaba un cigarrillo, seguirá cometiéndolas, para luego comerse un hinojo, o tomar un vaso de leche descremada con cara de “no fue nada, soy capaz de esto y mucho más”.
En verdad, los que asociaban el cigarrillo al sexo, a la amistad y al éxito en la vida, nos estaban engañando. Pero ¿Qué iban a hacer, asociarlo con enfermedades para hacerle públicidad? ¿Se imaginan? “Fume Camelos y sus pulmones jamás volverán a ser los mismos” ; “Fume Okey, la pura enfermedad” “ Fume Toxipuchos y…¡No respire más!” “Enfisemmes, bronquialmente franceses” No, claro, quién va a hacer este tipo de propaganda… aunque, no sé, a veces lo prohibido seduce, y provoca efectos rebote. Hay gente a la que le encanta leer el prospecto de los medicamentos y saber todos los efectos colaterales que pueden traer antes de tomarlos, y después, si el prospecto dice “ cefaleas, nauseas y vómitos”, y el tipo no los tiene, va y se queja a la farmacia ¡ hay de todo, hay de todo!
Pero de verdad nos alegra, que los que decidimos “no fumar” podamos “no fumar”, porque de eso, y sobre todo de eso, se trata.
Pero además nos hemos enterado de que en los restaurants de la Provincia de Buenos Aires no van a poner más salero en la mesa. O sea que el “pasame la sal” que hiciera famosos a los Ingalls. Será ahora “pasame el aceto balsámico”, aunque quizás la gente se refugie en las aceitunas, los pickles, o la salsa de soja. La idea es que el cloruro de sodio ( sal) , enemigo de nuestras arterias y nuestros riñones cuando supera cierto límite, deje de hacerlo. Por eso, seguramente lo de los saleros fue solamente un primer paso. También va a haber cambios en el lenguaje. Por ejemplo, “Episodio” va a pasar a ser “Epipotasio”, el acento “prosódico” va a ser “pronítrico” el “Zoodíaco” ( que se pronuncia Sodíaco), va a ser “Helíaco”, y los comensales simplemente “ comensinsales”. Los sacerdotes hablarán de la “la “Vación eterna”; alguien “ saleroso” va a ser “oso”, Salomón será “Omón”, y así tendremos los “timbanquis” los “tarines” los “teños”, los “ames” y habrá personas “udables” y “vajes” y a la saliva no le quedará más remedio que ser “IVA” Brindemos por todo eso ¡UD!
Y nosotros, mientras nuestros cerebros se iluminan ( con lamparitas bajo consumo), hacemos chistes.
Hasta la semana que viene.
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